“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener
la primavera”
Pablo Neruda
En esta jornada de lucha por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, somos las mujeres de
manos callosas quienes escribimos esto, no desde el asiento cómodo de nuestro
despacho ni motivadas por la moda de ser feministas, somos nosotras, las
mujeres de carne y hueso, de a pie, las que soportamos una larga jornada de
trabajo en las fábricas, las que estamos de sol a sol pizcando en el campo, las
que sufrimos día a día el inclemente yugo de la explotación, somos nosotras las
trabajadoras de las que nadie habla, a las que sus condiciones de vida a nadie
indigna, las que ante el hartazgo no sólo del patriarcado sino todo el “orden” del viejo estado hemos decidido
tomar las calles, gritar más fuerte y unirnos a los de nuestra clase para
luchar hasta vencer.
Escribimos no sólo para denunciar la violencia machista que
desaparece y asesina a 10 mujeres cada día en nuestro país, exigimos alto a los
feminicidios estando muy claras que la raíz del patriarcado es la propiedad
privada de los medios de producción, y que por lo tanto la lucha no es entre
géneros, sino que es ante todo una lucha de clases; porque de
nada sirve que salgamos a las calles indignadas individualmente por las
agresiones hacia la mujer sino nos organizamos para combatir a los verdaderos
enemigos: el latifundio, el imperialismo y el capitalismo burocrático; que la
rabia contenida no es solo por Fátima, Ingrid, Lesvy y miles de asesinadas más,
sino también por el modo de producción que nos oprime y explota precarizando
nuestras condiciones de trabajo, nos humilla pagándonos menos que a nuestros
compañeros hombres por el mismo trabajo, nos deshumaniza haciéndonos
insensibles y apáticas, nos enajena buscando así la desunión y el
individualismo, nos mata a destajo todos los días.
Es por eso que debemos organizarnos y juntas ser una con el
pueblo trabajador, luchar no solo por nuestros derechos, los cuales son
irrenunciables, sino por la toma del poder, que es el principal derecho del
pueblo, para que la emancipación de las mujeres sea verdadera, como se hizo en
los tiempos del socialismo real en la URSS y en China, y como sin duda se hará
con la nueva gran ola de revoluciones proletarias y de liberación nacional que
crecen y palpitan por todo el orbe.
Mujeres oaxaqueñas toman instalaciones de la Fiscalía del
Estado 6/03/20
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Venimos a hablarle principalmente a toda mujer trabajadora,
campesina, empleada, estudiante, profesionista, indígena, que sabe que la lucha
no es contra los hombres, es contra el latifundio que explota impunemente en el
campo mexicano, es contra las condiciones de semifeudalidad que aún subsisten
en nuestro país esclavizando a los más pobres, es contra el capitalismo
burocrático que sirve de patio trasero en la cadena de producción-dominación
del imperialismo, especialmente de la
súper potencia hegemónica que es el
imperialismo yanqui, enemigo principal de los pueblos.
Somos estas mujeres las víctimas inmediatas del terrorismo
de estado, con su violencia económica, política, cultural, social, pedagógica,
jurídica, militar, etc. las desplazadas
por paramilitares de sus hogares, las que son reprimidas por defender su territorio
y sus recursos naturales, somos quienes tenemos trabajos no remunerados, somos
las tres veces oprimidas: por ser mujeres, por ser pobres y por ser indígenas,
y hoy estamos aquí para hacernos escuchar, dando voz a aquellas otras que no
pueden hablar desde la esclavitud forzada, que es esclavitud sexual y trata. ¡Las
mujeres de la clase trabajadora somos la mitad del cielo y vamos a tomarlo por
asalto!
Comunistas como Clara Zetkin nos hablaron de la importancia
de que las mujeres nos organizáramos codo a codo con los hombres de nuestra
clase para derrocar al capitalismo, sus palabras se convirtieron en inmortales
ojivas que siguen percutiendo en el campo enemigo desde las trincheras del
proletariado y el pueblo; sigamos el ejemplo de nuestras camaradas Rosa
Luxemburgo, Nadezdha Krúpskaya, Alexandra Kollontai, Inessa Armand, Chiang
Ching, Anuradha Ghandy y la camarada Norah que junto a hombres conscientes
hicieron de la teoría revolucionaria de la clase obrera una práctica
transformadora, buscando mejorar las condiciones de vida, trabajo y estudio de
las mujeres en sus países, entendiendo las tareas de la Revolución Proletaria Mundial en cada uno de éstos.
A cada una de las mujeres combatientes como Edith Lagos que
han dado su vida por un nuevo mundo, a las que pusieron sus conocimientos al
servicio del pueblo, a las que se organizaron en las fábricas y centros de
trabajo, a las 129 obreras que fueron quemadas por realizar una huelga en la
fábrica Cotton para protestar por las malas condiciones laborales, a las que se
movieron y sintieron sus cadenas, a las que fueron y siguen siendo tan
radicales como la realidad misma.
Para todas nuestras compañeras que en el Movimiento Femenino Popular han
encontrado cobijo en la bandera roja, que salen a las calles a luchar por los
derechos del pueblo, que en el marxismo-leninismo-maoísmo hallan el camino para
servir al pueblo de todo corazón, para ti compañera que llenas de orgullo a tu
clase porque no bajas la mirada ante el cacique, porque denuncias al patrón
abusivo, porque no te intimidas ante las grandes transnacionales que quieren
robarte, porque a tu dignidad no hay quien la compre, para todas ustedes
compañeras les decimos que es un honor combatir a su lado.
Que el camino es sinuoso es verdad, pero debemos prepararnos
para enfrentar las más duras batallas, porque elegimos luchar con todo lo que
esto conlleva.
Estamos presentes las que hemos perdido el miedo y nos hemos
quitado la venda que el viejo orden nos había impuesto desde su ideología
dominante, las que buscamos un mejor mundo para todos los pobres, los
oprimidos, los explotados, los sin tierra, los olvidados, los marginados,
porque sabemos que junto a los obreros, campesinos pobres y las capas más
profundas del pueblo podremos combatir al viejo estado, liberar a nuestro país
de las garras del imperialismo y ondear las banderas rojas de la Revolución Proletaria Mundial.
Camaradas: ¡Desatar la furia de la mujer como fuerza
poderosa para la revolución!
¡FEMINISMO
PROLETARIO, DESTUYE AL PATRIARCADO!
MOVIMIENTO FEMENINO
POPULAR (MFP)
México
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